D. Vicente Ferrer Roselló

ILMO. SR. DIPUTADO DE CULTURA

Cuando aún resuena -con buen recuerdo- los ecos de la anterior edición del Certamen Internacional de Bandas de Música "Ciudad de Valencia" ya nos vemos metidos en la presente convocatoria, y es que las cosas buenas se mantienen vivas en la mente y sirven de estímulo y aliciente para el futuro. Este es el caso. Y más en nuestra región donde todo aquello que esté vinculado con la música tiene siempre magnífica acogida y es un buen caldo de cultivo para cualquier manifestación humana que el pueblo valenciano adopta como propia.

Aquí, en nuestra tierra, la Música es algo vivo, festivo, alegre, fecundo, espontánea y siempre despierta para cualquier manifestación creadora. Como símbolo de comunicación entre unos y otros, y como grandísimo exponente de solidaridad, la música es y será un lenguaje universal, y común, no sujeto a alternancias ni veleidades políticas, ni a caprichos personales, ya que a través de la música es posible cualquier acercamiento sincero y profundo, sin componendas ni tergiversaciones. Es la pureza.

Y así, esta nueva celebración, aparte de ser motivo de orgullo, es también un nuevo punto de encuentro, una referencia obligada y un lugar para la cita amistosa y para el disfrute del espíritu y del cuerpo, al mismo tiempo. Que no es poco.

Vendrán músicos de todas partes, y aquí en esta fértil tierra donde tantas y tan buenas bandas coexisten, encontrarán la merecida respuesta de un público fiel y atento, porque el "binomio feliz de música y pueblo" siempre es bien acogido en una villa tan cálida y hospitalaria como ésta que, manifestándose en un mismo lenguaje, encuentra fácil y pronto medio de comunicación, vehículo de comprensión, en una aventura humana de hondo calado artístico y personal, al alcance de todos sin exclusión alguna.

Este es el verdadero mensaje y significación del Certamen.